En el vasto mundo de los torrents —esa red de intercambio descentralizada que muchos asocian con la descarga no autorizada de películas, pero que también sirve para distribuir software libre como distribuciones de Linux o modelos de inteligencia artificial— hay piezas clave que suelen pasar desapercibidas: los trackers.
Recientemente, un usuario con las dosis suficientes de curiosidad y habilidad decidió averiguar qué sucedía con esos trackers muertos que aparecen en las listas de muchos clientes de torrent como qBittorrent.
¿Qué es un tracker de torrents?
Un tracker es como un punto de encuentro para los clientes de torrent. No contiene los archivos en sí, pero sí indica quién los tiene. En otras palabras, cuando tú bajas un archivo vía BitTorrent, tu cliente se comunica con el tracker para saber qué otros usuarios tienen partes del archivo y cómo conectarse con ellos.
Aunque existen métodos más descentralizados, como la DHT (Distributed Hash Table), los trackers siguen siendo cruciales para que muchos torrents funcionen con fluidez. Sin ellos, compartir archivos se vuelve más difícil, más lento y menos fiable.
Pero, una vez conectados, la descarga puede proseguir incluso sin el tracker, si hay una red activa de peers. Por eso, algunos archivos sobreviven durante años, circulando entre usuarios sin depender de servidores centrales.
El experimento: revivir un tracker muerto
Durante una descarga particularmente lenta, el protagonista de esta historia se percató de que la mayoría de los trackers en su cliente estaban muertos: los dominios ya no existían o no respondían. En …