40 minutos de una intensa batalla y mi corazón sigue latiendo rápidamente. Mis fuerzas se encuentran diezmadas y estoy totalmente rodeado por varios Wyven Raiders. Paso en falso. Subaki es alcanzado por una flecha y cae en combate. Muy dolorosa baja, pero necesito seguir adelante. Takumi y Reina hacen una gesta heroica derribando a cuanto enemigo se acerca a mi grupo principal que avanza con paso lento. Cuando parece que lo he logrado, cuatros nuevas amenazas aparecen de la nada. Todo depende del siguiente turno. Debo resistir un par de movimientos más para después activar un Dragon Vein que me dé ventaja táctica en el campo. El enemigo falla y mi plan da resultado. Respiro. Cada uno de mis siguientes golpes dan justo en el blanco y me hago de la victoria. La adrenalina se convierte en un intenso sentimiento de victoria. Esto es Fire Emblem Fates: Birthright.