Nunca he sido un gran consumidor de cómics. Mejor dicho, únicamente lo he sido por temporadas. Si bien todavía conservo un par de cajas llenas de Amazing Spider-man, Spawn y novelas de ciencia ficción y aventuras, tengo que reconocer que mi amor por este formato estuvo guardado muchísimo tiempo bajo la cama. Para ser francos, estoy seguro que nada de esto hubiera cambiado si un amigo —quien, por cierto, dibuja— no me hubiera presentado y obligado a revalorar algunas joyitas, entre ellas Transmetropolitan.
[caption id="attachment_191432" align="alignnone" width="640"] (DC Comics)[/caption]
Creado por Warren Ellis y Darick Robertson, Transmetropolitan nos arroja dos siglos hacia adelante, a un futuro habitado por sectas religiosas, movimientos supremacistas, drogas, transhumanos y todas esas monadas del capitalismo (no tan futurista). Precisamente ahí, en ese paisaje de tecno-naturaleza muerta, conocemos a Spider Jerusalem: periodista gonzo mordaz, fumador y malhumorado. Su presencia en la urbe es inesperada. Nadie ha sabido de Jerusalem desde hace cinco años, cuando gracias a un libro dedicado a “La Bestia” —entonces candidato y ahora presidente— logró cosechar el éxito editorial. Sin embargo, ahora, vuelve dispuesto a remover las tripas del monstruo político con tal de cumplir con la entrega de dos manuscritos previamente acordados; por supuesto, no existe mejor escenario para tal objetivo que las nuevas elecciones.
[caption id="attachment_191422" align="alignnone" width="640"] (DC Comics)[/caption]
Hay que decirlo con todas sus letras, tanto los elementos que componen la trama, así como el diseño gráfico destacan por igual. No obstante, es necesario reconocer particularmente la ambientación y ciertos guiños al mundo …