En un enredo de trama anti-terrorista con cliché de musulmanes preparando un atentado, teología de baratillo y comedia vaga, nos encontramos con un episodio de relleno. Obviamente: spoilers.
Más que un Monster of the Week, nos encontramos con un episodio que podría tener sentido en una temporada de 24 episodios, donde se necesita una producción barata o un cambio de aires. Pero en una mini-temporada de 6 episodios donde los creadores han tenido años para pensar cada episodio, y cada minuto de trama es valioso, nos deja asombrados.El episodio empieza con Shiraz, un inmigrante de Oriente Medio en la conservadora Texas. Tras una serie de clichés para mostrar el contraste, Shiraz y un compañero se inmolan en una galería de arte, porque había un cuadro de Alá. En cierto sentido, nos recuerda al atentado que arranca X-Files: Fight the Future, la película de 1998 que empezaba con una bomba que recordaba al atentado real en Oklahoma unos años antes.
No hemos acabado de girar los ojos por completo cuando aparece una nueva pareja de detectives, él —Agent Miller, interpretado por Robbie Amell— un joven de pelo moreno corto con ganas de probar métodos alternativos en la investigación, y ella —Agent Einstein, interpretado por Lauren Ambrose— una pelirroja preparada para tomar la vía lógica. Muerte por clichés.Resulta que Shariz no ha muerto tras inmolarse con un chaleco bomba, que solo está muy mal herido. Cosas más locas hemos visto en esta serie, así que nos lo vamos a creer. Rápidamente …