Los smartwatches llegaron al mercado hace unos años, pero no ha sido hasta ahora cuando las alternativas más interesantes han comenzado a aparecer, pasando de ser elementos sin utilidad pensados para early-adopters a convertirse en dispositivos útiles y, sobre todo, convenientes. El símil más parecido, al menos en cuanto a popularización, puede ser el smartphone. Pese a estar con nosotros desde 1994, no fue hasta 2007 cuando el gran público sintió la necesidad de llevarlo en el bolsillo como dispositivo fundamental. Había valor añadido en las propuestas, al igual que ahora lo hay en los smartwatches.
Los usos de los smartwatches son muy variadosCuando pensamos en el concepto "reloj inteligente" quizá relativicemos mucho su importancia y usos. Los relojes han sido durante siglos accesorios para dar la hora. Los smartwatches toman su lugar en nuestra muñeca, pero haciendo mucho más que eso y dando prioridad a otras cosas. El gran tamaño que han alcanzado los smartphones en los últimos años ha hecho que, si bien utilizarlos es ahora mucho más productivo que antes, sacarlos del bolsillo cada cinco minutos para consultar notificaciones cortas pueda acabar resultando pesado.
Samsung Gear S2. Fotografía: Hipertextual
El principal uso de un smartwatch solventa por completo esto. Cuando recibamos notificaciones, nuestra muñeca vibrará y, al girarla, podremos ver el mensaje que acabamos de recibir en nuestro terminal, e incluso contestarlo vía dictado. Lo mejor es que desde hace poco, servicios como Google Now permite iniciar conversaciones desde los smartwatches en aplicaciones como Telegram o WhatsApp, por lo …