En 2000, en una feria de Alemania, una empresa desconocida de Singapur llamada Trek 2000 presentó un chip de memoria de estado sólido envuelto en plástico y con un conector USB.
El artilugio, del tamaño aproximado de un paquete de chicles, contenía 8 megabytes de datos y no necesitaba fuente de alimentación externa, sino que se alimentaba directamente de un ordenador cuando se conectaba. Se llamaba ThumbDrive.Este dispositivo, que ahora se conoce con diversos nombres — como lápiz de memoria, memoria USB, unidad flash o llave USB — cambió la forma de almacenar y transferir archivos informáticos. Hoy es utilizado en todo el mundo.
La memoria USB fue un éxito instantáneo, y en cuestión de horas se recibieron cientos de pedidos de muestras. Ese mismo año, Trek empezó a cotizar en la bolsa de Singapur y, en cuatro meses, de abril a julio de 2000, fabricó y vendió más de 100.000 unidades ThumbDrive bajo su propia marca.
El largo camino del diskette a la llave USB
Antes de la invención de la unidad ThumbDrive, los usuarios de ordenadores almacenaban y transportaban sus archivos utilizando disquetes. Desarrollados por IBM en los años 60, los disquetes de 8 pulgadas primero y de 5 ¼ y 3 ½ pulgadas después sustituyeron a las cintas de casete como medio de almacenamiento portátil más práctico.
Los disquetes estaban limitados por su capacidad de almacenamiento relativamente pequeña: incluso los discos de doble cara y doble densidad sólo podían almacenar 1,44 MB de datos.
Durante la década de 1990, a …