Las películas "basadas en hechos reales" pueden ser interesantes propuestas para contar sobre hechos y personajes importantes. ¿Qué tan verídicas son?
Cuando vemos una película "basada en hechos reales", en cierto modo, aceptamos que no todo pasó como se presenta en la pantalla. Estas "licencias dramáticas" son necesarias para que podamos disfrutar la historia o conocer interesantes personajes.
Este tipo de películas tienen su grado de fidelidad a los hechos reales; algunas son mucho más apegadas a la historia, mientras otras utilizan la historia como un pretexto para presentar otros relatos. Y ciertamente hay algunas que de plano no son justas con las historias y personajes en las que se basan.
Uno de los aportes más importantes de las películas basadas en hechos reales es que son la puerta abierta para conocer a los personajes que presenta. Es decir, a las personas que existieron y fueron lo suficientemente peculiares para hablar de ellas. Estas son personas que seguramente vale la pena conocer, tanto los tiranos como los héroes, los artistas y las personas de a pie que hicieron cosas extraordinarias.
Spotlight, Tom McCarthy, 2015
Calificar una película por su grado de fidelidad a las historias reales puede resultar ocioso porque en realidad no tienen por qué ser fidedignas en todo lo que exponen. Si queremos ver la "historia verdadera" tal vez no debamos recurrir a las películas de ficción sino a los documentales, y aun así estaríamos viendo las historias a través de un director o guionista.
Por tal motivo, decíamos que resulta un tanto ocioso …