Hoy en día hay en el mundo un número de empresas que hacen supercomputadoras. Más aún, la competencia es reñida y hay una lista de las máquinas más rápidas en el planeta, la cual se actualiza cada seis meses. Las supercomputadoras se usan normalmente en la academia, en temas como estudios del clima, de algunos problemas en física como fluidos en turbulencia, etcétera.Las supercomputadoras miden su eficiencia en la cantidad de operaciones de puntos flotantes (flops) y hoy en día alcanzan miles de megaflops (o gigaflops, pues). Hace unos 40 años -poco más- se construyó la primera supercomputadora, la Cray-1, la cual fue una de las más exitosas en la historia del supercómputo. Costó 8 millones de dólares e incluso la UNAM tuvo una de estas prodigiosas máquinas.
El diseño de la Cray-1 era peculiar: parecía un lugar para sentarse y efectivamente, ahí uno podía sentarse. Fue diseñada por el ingeniero de CDC Seymour Cray, quien halló inversionistas para su proyecto en Wall Street en 1970. Le llevó unos cuatro años construir su primera supermáquina y corría a 80 MHz. El interés fue mayúsculo y El Laboratorio Nacional de Los Alamos fue quien adquirió la primera máquina, la 001. La cantidad de memoria disponible en ese entonces era de tres gigabytes, una cantidad de almacenamiento impresionante para esos años.
Los Laboratorios Bell en su momento se hicieron de una máquina Cray-1 y los creadores de Unix, Ritchie y Thompson, tuvieron acceso a este monstruo de la tecnología moderna. Cabe …