El monitor es un periférico imprescindible del ordenador. Cuando compramos un Mac de sobremesa —siempre que no sea un iMac— deberemos adquirir uno, pues Apple no incluye ninguno en los Mac mini o Mac Pro, aunque en su tienda oficial pone a disposición de los usuarios dos modelos de LG que han sido diseñados para funcionar a la perfección con los equipos de la manzana mordida.
Incluso si utilizamos un MacBook, la línea de portátiles de los de Cupertino, en ocasiones un monitor externo puede resultar de gran ayuda si queremos trabajar más cómodamente en edición de vídeo o fotografía, o si queremos consumir contenido multimedia en una pantalla de mayor tamaño.
Cuando iniciamos la búsqueda de un monitor para el nuevo Mac que acabamos de conseguir, nos daremos cuenta de que hay infinidad de modelos, cada uno de un tamaño, resolución y características diferentes. Esta búsqueda, que a priori puede parecer sencilla, puede convertirse en una odisea.
Qué tener en cuenta a la hora de comprar un monitor
Antes de pulsar el botón de "añadir al carrito" tenemos que estudiar muy bien nuestro entorno de trabajo o el espacio en el que vamos a situar el monitor. Y es que hay factores, como la distancia de visionado, que resultan decisivos para encontrar la pantalla perfecta. Se recomienda que la distancia que deben guardar los ojos del monitor sea de unos 65-70 centímetros, el término medio para leer bien las letras sin …