Durante el último año y medio, ataques como los de Charlie Hebdo, París y Bruselas han azotado a la comunidad occidental, conmocionándola desde sus cimientos. Un sentimiento agravado por la conciencia de que nos enfrentamos a un terroristas armados hasta las teclas y que ha obligado a gobiernos y empresas de tecnología a pronunciarse y tomar cartas en el asunto.
Y si bien nos estamos refiriendo al DAESH principalmente –en cuyas comunicaciones, captación de nuevos socios y similares, la red juega un papel fundamental- esta clase de protocolos e iniciativas resultan aplicables a cualquier tipo de actuación criminal de esta índole.
Microsoft
De esta manera y como os contamos ayer mismo, Microsoft ha sido la última en subirse al carro. Sí, porque tan solo unos días después de que uno de sus ejecutivos (Steven A. Crown) declarase que no existía una “varita mágica” que impida que los terroristas usen Internet; los de Redmond han actualizado sus condiciones y políticas de uso para endurecer su posición respecto de esta clase de manifestaciones.
Eso sí, lo han hecho sin dejar de defender la libertad de expresión y la privacidad, dos premisas básicas para la multinacional que, entre otras medidas, han prohibido expresamente la publicación de contenidos terroristas en sus servicios, definido a qué se refieren con esta denominación, e invertido en la financiación de proyectos específicos para combatir el abuso de las plataformas online.
Por su parte, Facebook, además de colaborar con el gobierno estadounidense con el fin de frenar …