Después de una trayectoria intachable al respecto, los primeros dos DLC de Fallout 4 no suponen más que mediocres añadidos a uno de los peores juegos del estudio.
¿Qué está pasando en Bethesda? El último juego del estudio Maryland, Fallout 4, termino siendo una experiencia realmente disfrutable pero supuso un pequeño tropezón en la inmaculada trayectoria del estudio en la última década: arrastrar errores duramente criticados en entregas anteriores, presentar un aspecto técnico un tanto desfasado y un incomprensible paso atrás en el sistema de conversación afearon un proyecto que, faltaría más, llegó lleno de virtudes.
Fallout 4 sigue su irregular trayectoria con sus dos primeros DLC
El ser lanzado, además, en un año en el que llegaron grandes RPG como Bloodborne o The Witcher 3 destacó todavía más las carencias del último y mastodóntico proyecto de Bethesda. No ayudó, de cara a la comunidad, la polémica causada por las decisiones del estudio en relación al contenido descargable del juego. Aún así, por su trayectoria histórica, no parecía descabellado confiar en que la repentina subida de precio del pase de temporada se vería más que justificada.
Y, hasta el momento, nada más lejos de la realidad. Hablamos de un pase de temporada con un desorbitado precio de 50 dólares/euros que solo cuenta, por ahora, con tres paquetes de contenido anunciados, de los cuales ya hemos recibido dos. Y hablamos de dos grandes decepciones a prácticamente todos los niveles que, para más inri, están a años luz de lo que viéramos en Skyrim, Oblivion o …