"No vayas a usar la fibra de metal porque se daña el teflón". Esa es, quizá, una de las grandes lecciones de la vida adulta. Y es que estamos tan acostumbrados a lavar los trastes, sobre todo los que tienen mucha grasa, casi tallándolos, que se nos hace lógico hacer lo mismo con este tipo de herramientas de cocina.
Sin embargo, esto no es así. Los sartenes de teflón tienen otras reglas y lógica, que a la vez nos brindan la posibilidad de cocinar, freír o preparar cualquier comida sin siquiera esforzarnos por, por ejemplo, despegar el huevo. Ya te contamos cuáles eran los mejores sartenes de este tipo, según Profeco y ahora te diremos las claves de esta tecnología y cómo usarla correctamente.
Qué es el teflón y por qué lo tienen algunos sartenes
El teflón es un polímero similar al polietileno; en este, los átomos de hidrógeno son sustituidos por átomos de flúor. Sin embargo, al hablar de “teflón”, nos referimos al nombre comercial del compuesto químico llamado politetrafluoroetileno (PTFE), un polímero sintético descubierto accidentalmente en 1938 por el químico Roy Plunkett, mientras trabajaba para la empresa DuPont.
De hecho, su nombre proviene de esta marca. Cuando Plunkett descubrió el PTFE, la empresa buscaba un nombre comercial fácil de recordar. Según algunas versiones, "tetrafluoroetileno" es un nombre difícil de recordar, por lo que “teflón” proviene de la combinación de esta sustancia con el sufijo -on, común en nombres de …