Hace cuatro o cinco años, lo que más valoraba era jugar repantingado en el sofá. Todo el salón para mí. Estirar las piernas, encender la tele y jugar a la cosa más ruidosa que tuviese dentro de la consola. Llevo unos años aparcando esa filosofía, complementando mi ocio con ejercicios de fuerza. Y prefiero aprovechar más el tiempo y estar menos obsesionado con el ritual de la calidad perfecta, la iluminación perfecta y demás. Prefiero jugar, aunque sea en una pantalla pequeña, que perder el tiempo. Y esa filosofía me ha llevado a una decisión: jugar en el iPad.
Y no hablo de recurrir al iPad para amortizar una suscripción a Apple Arcade. De hecho, creo que tengo un mes gratis sin canjear. Hablo de jugar al mismísimo 'Doom: The Dark Ages', que acaba de salir, o a 'Clair Obscur: Expedition 33', 'Avowed', 'Assassin's Creed Shadows' y un montón más. Hablo de jugar a emulación, a plataformas locales haciendo streamcast y a juego en la nube. Un combo que para mí ha resultado perfecto:
Emulación para los clásicos retro: arcades, abandonware y juegos pequeños que puedo encontrar en Itch.io que incluso se pueden jugar desde el navegador sin conexión, con un mínimo archivo de instalación
Juego en la nube para los triples A, recurriendo a plataformas como GeForce Now, PSNow, Luna o Xbox Cloud.
Y streamcast —juego en remoto con la consola encendida, pero en otra habitación y en otra pantalla, en este caso recurriendo al iPad— para todo …