Hasta que tuve en mis manos el visor de Playstation VR no podía entender la necesidad de una realidad virtual que no fuera móvil. Samsung Gear VR y Google Cardboard ofrecían experiencias “suficientemente buenas” por una mera fracción del precio de grandes sistemas como HTC Vive y Oculus Rift. Para la mayoría de la gente, las únicas gafas de realidad virtual que hacían falta eran las que se podían mostrar en fiestas y reuniones familiares para después no volver a pensar en ellas jamás. Read more...