¿El ruso suena agresivo? ¿El francés es demasiado rimbombante? ¿Los alemanes se sienten en el tono enfadados? Todo es cosa tuya. O, más bien, de tu cabeza.
Todo el mundo tiene algo que decir sobre los acentos que odian. No tiene mucho que ver con la persona que lo produce, su color o su raza. Al fin y al cabo, se te puede “pegar” un acento si pas… Seguir leyendo...