El cambio horario parece estar en entredicho en España. La necesidad de retomar el huso horario del meridiano de Greenwich y el reducido ahorro energético ponen en una delicada situación esta política.
De forma periódica, los países de la Unión Europea adelantan y atrasan sus relojes una hora en función de la estación en la que nos encontramos. Este cambio, iniciado a comienzos del siglo XX por Benjamin Franklin, tenía un objetivo doble: reducir el gasto energético y, paralelamente, adaptar nuestro reloj interno a las horas de sol de la estación en la que nos encontremos.
No obstante, esta técnica, en pleno siglo XXI, ha sido puesta en entredicho con bastante frecuencia. Las cifras de ahorro energético no reflejan una mejora clara, y, en el caso de España, el cambio horario no hace más que agravar un problema que arrastramos desde la década de los cincuenta: la inexactitud de nuestro huso horario.
En España no deberíamos cambiar la hora para ajustarnos al meridiano de Greenwich
La Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles ha solicitado en diversas ocasiones al Gobierno español no realizar el cambio de hora correspondiente a la estación primaveral. El objetivo no es otro que poder volver al huso del meridiano de Greenwich, el cual, en realidad, corresponde a la península ibérica por su localización geográfica.
En la década de los cuarenta, diversos países europeos adaptaron su huso horario para mantener una mejor sincronización con los aliados de la Segunda Guerra Mundial. Esta medida, tomada provisionalmente por numerosos países europeos …