Apple presentó los iPhone 13, y como sucede con cada nueva familia hay ciertos elementos que mejoran y otros que se mantienen. Dentro de las mejoras más importantes encontramos el nuevo modo cine en la cámara de los dispositivos, una mejor autonomía, un notch 20% más pequeño y cámaras con apertura más ancha para mejorar las fotografías en ambientes con poca iluminación.
Parte de estas mejoras se deben también al A15 Bionic un chip de 5 nanómetros que probablemente no ofrecerá una mejora tan grande de rendimiento en comparación con el A14 Bionic, pero que Apple mencionó que sí es un 50% más rápido que el mejor procesador para Android en el mercado.Sin embargo, lo que llamó la atención es que, a diferencia de las generaciones pasadas, los iPhone 13 llevan versiones distintas del A15 Bionic. Esta diferencia no está en el procesador como tal (de ahí que no haya un cambio de nombre), sino en la GPU, que viene integrada al chip.
Tanto el iPhone 13 como el iPhone 13 mini llevan una GPU de 4 núcleos, mientras que los modelos Pro tienen una GPU de 5 núcleos. Esta diferencia no estaba en los iPhone 12, cuya GPU era exactamente igual en los 4 modelos.¿Por qué existe esa diferencia?
Aunque Apple no responde directamente esa pregunta, la compañía explica en su nota de prensa las diferentes bondades de los iPhone 13 Pro y Pro Max que están directamente relacionadas con el A15 Bionic.
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