El hielo tiene el poder de alinear las moléculas del agua que le rodea y las alienta a unirse y entrar en estado de congelación.
En el caso de los organismos que viven en hábitats de congelación, una proteína anticongelante particularmente potente es capaz de dominar la preponderancia que el hielo tiene sobre el agua y “persuade” a las moléculas … Seguir leyendo...