Algunos analistas han vaticinado que los coches eléctricos se convertirán en un gran problema para los proveedores de componentes, y el motivo es bastante evidente y a la vez complejo de solucionar.
El motivo de creer que los que más van a sufrir en el sector del automóvil con la llegada del coche eléctrico sean los fabricantes de componentes alude a un pensamiento: los fabricantes de vehículos están preparándose muy fuertemente para este cambio pero los suministradores de piezas no tanto. Siguen teniendo que trabajar muy duro para ofrecer piezas para coches no eléctricos y muchos no pueden hacer el esfuerzo de cambiar su modelo y desarrollar los nuevos componentes.
Y ya no solo por no poder dar a basto sino porque los fabricantes de coches no necesitarán tantas piezas. Por ejemplo, en Delphi Automotive el 25% de su facturación se corresponde con piezas para los motores de combustión, si desaparecen, perderán ese 25% de negocio. Ya no se necesitarán bombas, sistemas de inyección, cilindros, suministrar combustible...Morgan Stanley ha reducido el precio objetivo de la acción para Delphi Automotive de 69 euros a 55 solo por este motivo.
Pero existe otra teoría y es que los fabricantes necesitarán otro tipo de suministros como inversores, convertidores DC/DC, baterías, tomas de carga... Y lo que parece es que se irán a otros proveedores. Es decir, para por ejemplo Delphi será complejo desarrollar este tipo de sistemas porque tiene que seguir manteniendo su actual negocio, pero para una nueva compañía podría ser interesante centrarse …