Al oeste de Pretoria, crecía y vivía sin hacer mucho caso a la policía. Jugaba a las Magic sin cansarse demasiado. Porque por las noches me sacaba el graduado...
James Cameron puede que sea el pionero más valiente, y no hay presupuesto suficientemente grande, ni océano suficientemente profundo que se le resista, según el folclore, pero si hay alguien que Internet ama es Elon Musk. ¿Por qué tanto amor?

"El fracaso es una opción. Si las cosas no están fallando, no estás innovando lo suficiente"

Los humanos tenemos cierta predisposición al amor —sí, amor— hacia los millonarios. Hay todo un subgénero de la literatura romántica, no por más popular peor en calidad, que desde hace siglos narra los idilios entre la protagonista y el noble rico, el archiduque o el príncipe. Hoy los príncipes y archiduques de las novelas son los CEO, son los mil millonarios, que los sustituyen en estas fantasías de deseo, amor y riquezas. Si además de quererte es una persona rica, ¿para qué quieres más?

"Cuando estaba en la universidad, quería estar involucrado en las cosas que cambiarían el mundo. Ahora lo estoy."

Ahí entra Elon Musk, rellenando todos los huecos en las fantasías de unos, y proyecciones de otros. Creó una empresa y la vendió por 300 millones de dólares, fundó otra y la vendió haciéndose aún más rico. Como tenía un hueco por las tardes creó otra empresa que lanza cohetes al espacio. Poderosa alegoría. Nos gustan tus cohetes, Elon.
No tardó en aumentar su lista …