Es el tema de la semana. Probablemente uno de los más importantes de los últimos años, por sus consecuencias inmediatas a corto plazo e imprevisibles a largo. El affaire de la prohibición de Huawei de trabajar con compañías estadounidenses a raíz de las investigaciones sobre su supuesta violación del embargo económico a Irán, es un durísimo golpe a su negocio y sus smartphones Android.
Centrándonos en Apple, el lunes dejábamos la puerta abierta a las represalias contra la compañía californiana vía restricciones comerciales entre China y EEUU. Aunque ya hay quien baraja una prohibición similar por parte del gobierno chino similar a la ejercida contra Huawei. Este tipo de presiones podrían provocar la salida, al menos parcial, de las instalaciones que Foxconn tiene en el país asiático dedicadas al ensamblaje de productos de Apple.
La reorganización de la demanda de smartphones
Las restricciones impuestas a Huawei, pospuestas hasta el 19 de agosto, van más allá de Android. Intel, Qualcomm y otros fabricantes de chips se unen a ellas, así como proveedores de memorias y otros componentes. Esto supone la imposibilidad de fabricar productos tecnológicos de cualquier tipo.
Huawei es uno de los cinco fabricantes de smartphones más importantes del mundo. El año pasado alcanzó los 200 millones de unidades vendidas, superando a Apple con holgura en los trimestres más tranquilos de la manzana, como el pasado Q1 de 2019. Esa demanda no se va a volatilizar, sino que gran parte se repartirá entre los diferentes …