Al cortar cebolla provocamos que el gas sulfóxido de tiopropanal entre en contacto con nuestros ojos.
Este compuesto químico, transformado en ácido sulfúrico, provoca una leve irritación que nos hace llorar.La mejor definición de una cebolla la dio Miguel Hernández. "Escarcha cerrada y pobre" fueron las palabras escogidas por el poeta de Orihuela para describir el alimento que su hijo recibía mientras él estaba en la prisión de Alicante, tras haber sido detenido por las fuerzas portuguesas del dictador Salazar y ser encarcelado por el régimen franquista. El escritor alentaba al bebé a olvidar la tristeza en la que estaba sumida su familia. "Tu risa me hace libre, me pone alas. Soledades me quita, cárcel me arranca".
Las Nanas a la cebolla, el poema que transformó en canción Joan Manuel Serrat, se transformó entonces en una denuncia del hambre y la miseria, pero también en un canto a la esperanza.Al cortar cebolla liberamos el sulfóxido de tiopropanal, un gas que provoca una leve irritación en nuestros ojos Algo que deberíamos recordar cada vez que hacemos un acto tan cotidiano como cortar cebolla, conocida científicamente como Allium cepa. Porque cada vez que partimos y troceamos el bulbo en la cocina, nuestros ojos contradicen los versos del alicantino. ¿Por qué este habitual gesto hace que nos piquen y comencemos entonces a llorar?
Como explican desde el Institut Català d'Investigació Química (ICIQ), la cebolla es una planta herbácea que, como todo ser vivo, está formada por células. Al cortarla en la cocina, provocamos que …