A pesar de que Intel ha lanzado una campaña contra los M1 de Apple y sus equipos, lo cierto es que hay razones muy poderosas por las que desde Cupertino deberían mantener una buena relación con Santa Clara. Y estas son más estratégicas y políticas, antes que de negocios o económicas. Se trata de una perspectiva a la que no solemos prestar atención en el mundo tecnológico, pero que no podemos perder de vista.
Los tropiezos de Intel en la inversión del CapEx
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En el pasado hemos enumerado las veces que Intel se ha visto obligado a retrasar sus mejoras en los nodos de procesadores. Pero nunca hemos analizado las razones detrás de ello, más allá de los obstáculos técnicos. En un interesante artículo publicado en TechPinions, Ben Bajarin pone en contexto el esfuerzo en inversiones necesario para reducir el tamaño del nodo de un procesador.
Cuando analizas cómo ha llegado Intel hasta aquí, recae principalmente en el volumen de semiconductores premium y de alta tecnología que se trasladan a ARM y no a x86. En el mejor de los casos, el mercado de x86 es de 330 a 350 millones de unidades al año para CPUs de clientes y servidores. Solo una pequeña fracción de ese mercado se vende a los precios altos que se necesitan para justificar la inversión …