Las piezas de la partida global del momento entre el gobierno de Estados Unidos y la multinacional china Huawei se mueven todos los días y no necesariamente impulsadas directamente por sus protagonistas.
La primera gran oleada de reacciones a la prohibición que se le hizo a Huawei estuvo concentrada en el distanciamiento obligado de Google y su sistema operativo Android con el fabricante chino. Considerando que Huawei pelea (con Apple) el segundo puesto en el mercado mundial de los smartphones (detrás de Samsung), la noticia tuvo un impacto mediático de especial interés para sus cientos de millones de usuarios.poi
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popiDe allí en más comenzó el contragolpe del gigante chino. La empresa demostró estar dispuesta a dar batalla y no quedarse de brazos cruzados ante la sanción estadounidense. Por eso presentaron una alegación que pide que se declare inconstitucional la Ley de Autorización de Defensa Nacional de 2019. “El gobierno de Estados Unidos no ha proporcionado pruebas que demuestren que Huawei es una amenaza para la seguridad. No hay pistola, no hay humo. Sólo especulación”, comentó el representante legal de Huawei.
Ahora bien, las apuestas no están concentradas solamente en la defensa. El ritmo de crecimiento que sostenían durante los últimos años les hizo prever una reacción de Estados Unidos como esta, por lo que revelaron que ya se estaban preparando.Y ojo, porque no hablamos solamente de un productor de teléfonos móviles, sino que también del mayor fabricante de equipos para redes de telecomunicaciones del mundo, que oferta además soluciones para …