“Nadie conoce realmente una nación hasta que ha entrado en sus prisiones”. -Nelson Mandela
Los hechos ocurridos en penal de Topo Chico en Monterrey, Nuevo León, que costó la vida a 49 internos y lesiones a otros 12, además de la evaluación, aún temprana, de las circunstancias que desencadenaron dicho motín y víctimas pero que incluye la corrupción de las autoridades del reclusorio, así como de las condiciones de sobrepoblación de la penal y el autogobierno interno encabezado por organizaciones criminales enemigas, obligan la evaluación de las demás prisiones y, sobre todo, de la reflexión de la conveniencia social que tiene, o carece, que en la mayoría de las sentencias condenatorias en México se establezca la cárcel como pena.
Y es que las condiciones que, como bomba de tiempo, estallaron en esta riña en el penal de Topo Chico han abierto un tema largamente postergado y al que se le han aplicado medidas más bien tibias e insuficientes. Como podemos recordar, lo ocurrido en Topo Chico no es un caso aislado, aunque sí es uno de los más graves que ha ocurrido. El problema de la sobrepoblación o la corrupción son sólo algunos de los factores que abonaron al desenlace violento ocurrido entre los días 10 y 11 de febrero.
28 centros penitenciarios con "riesgo crítico"
Según la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) 28 centros penitenciarios se encuentran en condiciones de "alto riesgo" por la sobrepoblación. Según las estadísticas de Comisión Nacional de Seguridad (CNS) de febrero del 2015, la población total …