* Por Nicolás Goldstein, presidente ejecutivo de Accenture Chile
Las expectativas de las personas han cambiado fundamentalmente. Los mercados se han reconfigurado. La transformación digital se ha acelerado y las formas de trabajar se han revolucionado. No cabe duda de que las secuelas de la pandemia han obligado a las organizaciones a adaptarse a un ritmo que quizá nunca hubieran imaginado.
En este entorno, la resiliencia y la agilidad de las empresas son más importantes que nunca. El 74% de los ejecutivos C-Level a nivel mundial encuestados en un estudio reciente de Accenture dijo que, en este contexto, deben replantearse por completo su modelo operativo. Una lección es clara: aquellos que cuenten con modelos operativos ágiles para adaptarse continuamente a los cambiantes hábitos de los clientes tienen más probabilidades de prosperar.
¿Se puede realmente servir a varios modelos de negocio a la vez? Cuando se hace correctamente, la respuesta es sí. Pero el giro hacia modelos de negocio nuevos o múltiples requiere el apoyo de la inteligencia operativa. Desde el principio, las organizaciones inteligentes diseñan sus modelos operativos con la agilidad necesaria para soportar múltiples modelos de negocio. Se trata de invertir en las últimas tecnologías y capacidades inteligentes para mejorar la eficiencia y la productividad; capacitar a los empleados; compartir ampliamente los datos y permitir que los colaboradores actúen a partir de ellos para permitir una rápida toma de decisiones y racionalizar los procesos. Estas son las características que definen a una organización inteligente.
Pero un modelo operativo inteligente no sólo ayuda a …