Stefan Thomas olvidó la contraseña de su pendrive IronKey, que contenía 7.002 bitcoins valorados en 400 millones de euros. Tras años de intentos fallidos, un hacker de la empresa Unciphered finalmente logró descifrar el dispositivo, a pesar de que el sistema borraba su contenido tras 10 intentos incorrectos. La clave fue una tecnología específica y 200 billones de intentos.