Olvídate de Instapaper, de ReadItLater, Pocket y demás. La mayor parte de lo que guardas no lo vas a leer, no te mientas a ti mismo.
Al calor de los smartphones y las tabletas han emergido servicios que permiten guardar un artículo o contenido para poder consumirlo cuando sea un momento más oportuno. Instapaper, Pocket, ReadItLater, etc. son usados por millones de usuarios cada día.
La premisa es útil, y muchos usuarios son capaces de asimilar mucho más contenido de esta forma. Pero en general, no son nada más y nada menos que papeleras de reciclaje, cajones donde guardamos los artículos que nos podemos poner a digerir ahora, y lo más probable es que nunca lo hagamos.
La lógica detrás de este síndrome de Diógenes del lector online es sólida. Tanto, que parece difícil pensar que muchos de sus usuarios nos entusiasmamos y queremos comer mucha más información de la que podemos digerir. Internet es un buffet libre e infinito de contenido, pero nuestro estómago y nuestro tiempo son limitados, por muchas aplicaciones que queramos utilizar.
"Solo uno de cada cuatro artículos que se guardan en Instapaper acaban siendo leídos"
Desde Hipertextual nos hemos puesto en contacto con los creadores de los principales servicios, para hablar sobre como son empleadas por sus usuarios. Las estadísticas no mienten: almacenamos y olvidamos.
"Sólo 1 de cada cuatro artículos que se guardan en Instapaper son leídos", nos comenta un ejecutivo de Instapaper. "Contamos como leídos los que pasan del 75% de la longitud del artículo". Así que realmente la …