Arranca el otoño, la estación de los bosques coloridos, las hojas caídas y... de las alergias.
A pesar de la creencia popular, no todas las reacciones alérgicas aparecen en primavera.En el hemisferio norte, el otoño ha llegado. Y con la tercera estación del año también regresan la caída de las hojas de los árboles, los colores rojizos y amarillos en nuestros bosques o la mejor época para recoger setas. Lo que parece menos evidente es que, en estos meses, también vuelven unas viejas conocidas: las alergias.
Una persona alérgica reacciona de una forma exagerada ante la presencia de una sustancia extraña llamada alérgeno
Cualquier alergia está caracterizada por una susceptibilidad inusitada que presentan algunas personas hacia uno o varios elementos externos. Estas sustancias extrañas, denominadas alérgenos, provocan una reacción exagerada de nuestro organismo y, en particular, del sistema inmunológico. Cuando el polen de las plantas, algunos alimentos, los mohos o los ácaros del polvo, por citar algunos ejemplos, entran en contacto con nuestro cuerpo, se desencadena una respuesta por la que se generan anticuerpos específicos contra ese elemento.
La explosión que desencadena una alergia
Los anticuerpos, que presentan una curiosa forma de "y", viajan entonces a unas células conocidas como mastocitos, abundantes en los ojos, la nariz o los pulmones, como recuerdan desde el Ministerio de Sanidad. Los anticuerpos se "pegan" a la superficie de estas células, de forma que, la próxima vez que una persona alérgica entre en contacto con el alérgeno que le da reacción, se desencadena una …