Nissan enfrenta la que podría ser su mayor reestructura global en más de una década. El fabricante japonés de automóviles cerrará tres fábricas y despedirá a más de 10 mil trabajadores como parte de una ola de recortes que se suma a los 9 mil puestos eliminados en meses recientes. De acuerdo con la cadena de rádio pública japonesa NHK, e informes de Reuters, el total ascenderá a 20 mil empleos, lo que representa cerca del 15% de toda su plantilla laboral global. El movimiento se da tras el colapso en las ventas de la marca en sus dos mercados más importantes: Estados Unidos y China.
El plan incluye el cierre definitivo de una planta en Tailandia, previsto para junio, y la cancelación de una nueva fábrica de baterías para autos eléctricos en la isla de Kyushu, en Japón. Nissan tenía proyectado invertir 1,100 millones de dólares en esta última instalación, con el respaldo de subsidios gubernamentales. Sin embargo, la estrategia fue cancelada antes de iniciar. A esto se suman dos cierres más en fábricas no reveladas, parte de una drástica reducción de su capacidad operativa global en un 20%.
El anuncio llega en un momento crítico para la compañía. Este martes presentará sus resultados financieros del último año fiscal, aunque ya anticipó que cerrará con una pérdida neta récord de hasta 750 mil millones de yenes, más de 5 mil millones de dólares. La debilidad de sus ventas en Estados Unidos …