Cuando Netflix anunció que iba a restringir la capacidad de compartir cuentas entre personas que no formen parte de la misma vivienda, la mayoría pensamos que suponía un gran error estratégico. Empezar a cobrar por algo que todo el mundo daba por supuesto nunca ha terminado de funcionarle bien a ninguna empresa, aunque parece que nos equivocábamos.

El gigante del streaming no solo no ha perdido suscriptores, sino que los ha ganado. Y no pocos: seis millones. Según su reporte trimestral, más de un millón de esas nuevas altas provienen de EE.UU y Canadá, por lo que están ya preparando desplegar esa prohibición de cuentas compartidas en el resto de lugares del mundo en los que todavía no lo habían hecho.

Más restricciones y menos opciones

Los resultados económicos también son buenos: sus ingresos han crecido un 2,7%, y esperan que con estos últimos cambios se acelere todavía más. De hecho, esto no es lo único que han modificado, también han decidido eliminar el plan barato sin anuncios en EE.UU, algo que no es otra cosa más que un preludio de lo que podría acabar pasando en Europa.

Está claro que el enfoque de la compañía empieza a coger forma. Prohibirán compartir cuentas para que más gente tenga que adquirir una, y posteriormente optimizarán los planes para obtener un mayor beneficio. Así las cosas, ahora en EE.UU hay un opción con anuncios por seis euros, otra sin anuncios por 15 y la …