Es cierto, la Ley Fayad no ha sido el primer intento por violar la neutralidad de la red, pero tampoco será el último, y esto se debe a que la clase política y los grandes grupos de poder buscan a toda costa controlar este basto universo para garantizar su operatividad a largo plazo. Si bien este pequeño espacio al que la mayoría tenemos acceso no es un derecho humano, la persona que tiene la posibilidad de acceder a Internet tiene la confianza de navegar sin ataduras, y para garantizar que esto siga así es necesario se busque una regulación pensando en mantener vivos los principios que le dieron vida. Iniciativas de ley para “proteger a los cibernautas” han sido varios, cada uno ha tenido sus pro y contra, sin embargo, el deseo de nuestra clase política al no consultar a la población para decir “yo hice esta ley” pareciera provocar que entre sus actores se hagan las cosas primero y luego se analicen. La clase política mexicana debe aprender a consultar y conocer las necesidades reales de la población La llamada Ley Fayad ha sido claro ejemplo de lo anterior, ya que el Senador cuando presentó la iniciativa Ley federal para prevenir y sancionar los delitos informáticos, a pesar de haber asegurado que consultó a diversos expertos y decirse abierto a discutirla pareciera que en su preparación olvido verificar tratados internacionales, como el Convenio de Budapest. Lo que provocó que diversas organizaciones y la población en general se revelará …