Las inspiraciones que Sam Esmail, el creador de Mr. Robot, utiliza para su obra sobre la cultura hacker son variadas. Desde las más obvias a otras menos aparentes. Al fin y al cabo, la historia de un hombre joven enfadado con el mundo no es nueva.
Vuelve Mr. Robot. La segunda temporada de la serie revelación del verano pasado comienza mañana en USA Network. La anterior temporada nos dejó un final de infarto que siguió a una temporada llena de misterios y angustia. ¿Pero de dónde viene la serie? Las inspiraciones que han hecho realidad la serie de Sam Esmail son muy, muy variadas.
Taxi Driver de Scorsese, o toda la obra kubrickiana, han marcado cómo Sam Esmail enfoca el apartado cinematográfico de Mr. Robot. Grises, lo alejado de la superficie, pasear por los pensamientos del protagonista, etc. Aunque el concepto de Anonymous parezca más obvio, su creador hace más referencia al concepto de lo oculto tras de Eyes Wide Shut, la última película de Kubrick.
Sin duda A Clockwork Orange, otra de las mejores obras de Kubrick, así como American Psycho, y sus relaciones con la psicopatía en el mundo corporativo dan mucho de beber a Mr. Robot. Pero hablemos de ejemplos más concretos.
Fight ClubLa obra de referencia de la cultura popular en cuanto al antiestablecimiento y el inconformismo social. Dos de las grandes columnas que sostienen la narrativa de Mr. Robot.
David Fincher y la novela de Palahniuk ponían sobre la mesa los grandes males del capitalismo de finales del siglo …