Una de las principales obligaciones que tienen las compañías con los usuarios, es cuidar de su privacidad, por lo que todo el tiempo están implementando nuevas funciones que aseguren que nada ni nadie podrá acceder a sus datos, por eso mismo es que Mozilla ha estado trabajando en este aspecto.
Esto surgió después de que se descubriera que Web Security, una extensión que la propia empresa había publicado y promocionado como una de las mejores herramientas que se podían tener para mejorar la seguridad del navegador, espiaba a los usuarios y enviaba todos los movimientos que realizaban a un servidor de Alemania.

Así que después de este hallazgo, Mozilla comenzó un plan de limpieza que inició con la búsqueda de extensiones que realizaban las mismas funciones o que se comportaran de manera similar, logrando encontrar a cerca de 22 extensiones que también recopilaban los hábitos de navegación de cada uno de sus usuarios y los enviaba a servidores remotos.
De acuerdo con Rob Wu, ingeniero de navegación de Mozilla y revisor de complementos, dichas extensiones tenían una combinación que permitía que las personas no pensaran que su información estaba en riesgo:

“Todas estas extensiones usaban ocultación de código sutil, donde la funcionalidad de extensión legítima real se mezcla con código aparentemente inocente, distribuida en múltiples ubicaciones y archivos. La gran cantidad de identificadores engañosos, URLs ofuscadas y flujos de datos ocultos me dejaron con poca duda sobre las intenciones del autor: es evidente que trataron de esconder código malicioso en su complemento”.

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