¿Te ha dado alguna vez un corte de digestión? Un segundo, ¡si este mal no existe! Por si no lo sabías, este fenómeno se llama hidrocución y no tiene nada que ver con el estómago o la digestión.
"¿Ha pasado ya media hora?", recuerdo que le preguntaba a mi madre antes de correr al agua. Bajo la atenta mirada de mi abuela, nos bañábamos los primos tras una jornada playera. Porque el peligro estaba ahí: el corte de digestión podía sobrevenirte cuando menos lo espararas, sin previo aviso. La única manera de protegerte de él era esperar religiosamente el tiempo estipulado por la tradición tras la comida. Cada familia, por su parte, tiene su propio rito. Y su propio temor. Pero ahí va un secreto: el corte de digestión, en realidad, no existe.
Hidrocución, nada que ver con la digestión
Aclarémoslo bien. ¿Puede ocurrirte algo al meterte al agua? Sí, puede llegar a ocasionar la muerte incluso. Pero esto ni ocurre tras la comida, ni tiene nada que ver con la digestión, ni ocurre de manera sencilla. El mal llamado "corte de digestión" es lo que se confunde con la hidrocución, una expresión que hace referencia a los efectos clínicos que tiene este fenómeno, muy parecidos a los de la electrocución. Este término fue acuñado por el Dr. militar francés, G. Lartigue, quien habló del shock termodiferencial. Pero, ¿por qué? Veamos lo que ocurre realmente en el supuesto corte de digestión. Cuando nos ponemos en contacto directo y brusco con el agua muy …