Que los reguladores vean con malos ojos una adquisición de empresas puede dar al traste con adquisiciones multimillonarias dentro del sector tecnológico. Bien lo sabe Nvidia, que esta misma semana ha visto frustrada su compra del fabricante ARM por 40.000 millones de dólares.
Por eso, los ejecutivos de Microsoft parecen querer adelantarse a los acontecimientos ante el ineludible escrutinio de su reciente acuerdo de adquisición del gigante de los videojuegos Activision Blizzard (por más de 60.000 millones de dólares), y han empezado a tranquilizar preventivamente a los organismos reguladores prometiendo una futura tienda de aplicaciones "abierta" y "universal".
Para ello, este miércoles Microsoft anunció un conjunto de 'principios' que la compañía asegura que aplicará tanto a la Microsoft Store en Windows como a la próxima generación de sus marketplaces de juegos. El presidente de Microsoft, Brad Smith, reconoce sin rodeos que su objetivo es el de
"abordar la creciente responsabilidad de Microsoft a medida que comenzamos el proceso de búsqueda de aprobación de los reguladores de todo el mundo respecto a nuestra adquisición de Activision Blizzard. […] Estamos más enfocados en adaptarnos a la regulación que en luchar contra ella".
"No estamos en el mundo de 2018 o 2019, es 2022. Y reconocemos que ahora habrá más escrutinio en cualquier gran adquisición que lleve a cabo cualquier gran empresa tecnológica".
"Nos comprometemos a jugar limpio", parece estar proclamando Microsoft
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