La ambición de Microsoft de convertir a Windows en el corazón de todos los dispositivos imaginables no es nueva. En los años 90, el propio Bill Gates defendía con fuerza la visión de "Windows Everywhere" —Windows en todas partes—. Su objetivo era claro: que el sistema operativo de Microsoft no se limitara a los ordenadores personales, sino que estuviera presente en televisores, móviles, tablets y cualquier dispositivo tecnológico.
En su carta anual de 1997, Gates hablaba de conceptos como el "Connected PC and the Connected TV", apostando por fusionar la inteligencia del ordenador con las capacidades de vídeo del televisor. Para ello, Microsoft invirtió en iniciativas como WebTV o incluso en operadores como Comcast. Querían introducir Windows en la electrónica de consumo, dotando a las televisiones de navegación web o correo electrónico. Pero nada salió como esperaban.
Una larga lista de tropiezos de Microsoft
Más de 30 años después, aquella visión no solo no se ha cumplido, sino que ha quedado enterrada bajo una larga lista de errores estratégicos. Uno de los casos más recordados es el de Windows Mobile y posteriormente Windows Phone. Microsoft intentó entrar de lleno en la carrera de los smartphones con dispositivos como los Lumia y una apuesta visualmente arriesgada como la interfaz Metro UI. Pero nunca logró captar el interés de los usuarios.
En 2014, compraron el negocio de móviles de Nokia por 7.600 millones de dólares. Apenas cinco años después, en diciembre de 2019, Windows 10 Mobile …