Microsoft ha compartido un informe sobre un conjunto de ataques de denegación de servicio distribuido (DDoS) que tuvieron lugar durante la segunda mitad del año 2021.
Un ataque DDoS tiene como objetivo interrumpir el tráfico regular y la velocidad de un servicio, una red o un servidor. Lo llevan a cabo cientos o miles de máquinas, a menudo infectadas con malware y controladas a distancia por los atacantes.
Las máquinas envían continuamente peticiones al objetivo, abrumándolo con tráfico inesperado. Esto suele provocar que el servidor se bloquee o se ralentice considerablemente.
El artículo del blog compartido por Microsoft habla sobre las últimas tendencias en ataques DDoS. El año 2021 fue especialmente duro en términos de ciberseguridad, y los dos últimos trimestres fueron especialmente malos. Los ataques fueron mucho más frecuentes y aumentaron en volumen y complejidad.
Uno de los mayores ataques DDoS jamás mitigados tuvo lugar en noviembre de 2021 y tuvo como objetivo un cliente de Azure ubicado en Asia. Duró quince minutos, y durante ese tiempo, un enorme número de máquinas enviaron simultáneamente paquetes al objetivo de Azure.
Este ataque tuvo un rendimiento de 3,47 Tbps con una tasa de paquetes de 340 millones de paquetes por segundo. Involucró a más de 10.000 fuentes, con paquetes enviados desde todo el mundo, incluyendo China, Tailandia, India, Indonesia, Rusia, Irán, Corea del Sur y Taiwán. Microsoft cree que se trata del mayor ataque jamás registrado.
En diciembre, Microsoft también mitigó otros dos ataques dirigidos a clientes asiáticos. Uno de los ataques tuvo un rendimiento de 3,25Tbps …