Las largas jornadas laborales, el bajo sueldo y la desigualdad hacen que en México trabajar sea una mala broma.
En México, trabajar no siempre significa una mejora en la calidad de vida. Los beneficios económicos que puede tener esta actividad suelen ser a expensas de la felicidad y la satisfacción personal de los empleados.
Trabajar en México suele ser sinónimo de un amplio abanico de cosas negativas. Los beneficios económicos están son siempre a expensas de la satisfación personal de los empleados.
Mientras la cultura laboral promueve trabajar más horas de las pagadas, la regulación cada vez permite salarios más bajos. Y es que son muchos los factores por los que México no es un lugar para trabajar y ser feliz, de hecho, ocupa el primer lugar de países con estrés laboral.
El calvario para millones de mexicanos comienza desde muy temprano, a la hora de ir al trabajo. Llegar a él es una odisea, ya que sólo el 7,8 por ciento de los hogares en el país están en una zona que cuenta con servicios y fuentes de trabajo. El 92,2 restante necesita sortear el tráfico o el ineficiente transporte público. El regreso a casa no es mejor. La gran cantidad de tiempo que pasa el trabajador en ir y venir le deja pocos momentos para el descanso y la recreación al mexicano de clase baja y media, indispensables para la salud. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el estrés laboral se manifiesta en síntomas como malhumor, ansiedad o …