Día 1. El despertador suena en el móvil que anoche dejé sobre la mesilla. Suena diferente. Recuerdo que anoche no fui capaz de desactivar el sonido y dejar que la alarma únicamente vibrara, tal y como hacía en mi anterior Android. Voy a echar mano al teléfono. Se siente muy distinto al tacto comparado con el Google Pixel 8 Pro que dejé guardado en el cajón. El último smartphone que he estado utilizando en estos últimos meses, después de más de 14 años saltando entre dispositivos de diferentes marcas. Todos ellos con Android en su interior.Pocos segundos después, las primeras notificaciones del día comienzan a aparecer en la pantalla de bloqueo. Algunas son de Teams. Otras de Telegram. También hay alguna de Asana. La lista comienza a volverse interminable y hace falta hacer scroll para poder leerlas todas. ¿Por qué iOS no las agrupa igual que Android?En el momento de escribir estas líneas, ya han pasado varios meses desde ese primer día inmerso al completo dentro del ecosistema de Apple, con un iPhone 15 Pro, un Apple Watch Series 9, un iPad Pro y un Mac Mini. He podido experimentar por mi mismo qué es todo eso que atrae a millones de personas de todo el mundo, y que año tras año consigue que ni se planteen dar el salto a un smartphone basado en otro sistema operativo que no sea iOS.Ahora, no tengo del todo claro que vaya a volver a usar un Android como único móvil personal.Un poco …