Cuando el cerebro humano comienza a envejecer, una de las principales cualidades que pierden es la imaginación. Esta se reduce notablemente en comparación cuando somos pequeños debido al deterioro de la corteza frontal. Por otro lado, nuestros parientes evolutivos más cercanos, los chimpancés, también experimentan un envejecimiento cerebral relativamente parecido, aunque en su caso primero se pierden otras cualidades.Humanos y chimpancés: una relación familiarUn reciente estudio ha comparado el envejecimiento de los cerebros humanos y chimpancés. Compartimos un 98% del ADN, lo que nos convierte en animales similares en términos genéticos, al menos son nuestros parientes más cercanos vivos junto con los bonobos. Incluso ambos sentimos amor o decepción de forma similar.Compartimos un 98% de ADN con estos primatesLa investigación ha reafirmado la idea de que una de las principales áreas del cerebro humano que se deterioran al envejecer es la corteza frontal. Dicha área se relaciona con el pensamiento abstracto, o sea, la capacidad de imaginar, aunque también con la toma de decisiones y el control emocional. Por ello, se puede afirmar que madurar implica perder imaginación.Por otro lado, en los chimpancés principalmente se deteriora el área central, la cual se relaciona con las conductas de hábitos y las recompensas.El cerebro de ambos homínido resulta distinto a nivel de complejidad, pero comparten ciertas características. Una de ellas es la pérdida de funciones cognitivas al envejecer, como demuestra el estudio, siendo distinta en ambos animales, pero encontrándose, al fin y al cabo.Para realizar el estudio se hicieron resonancias magnéticas tanto …