El ayuntamiento de Madrid ha anunciado oficialmente su intención de renunciar al uso del glifosato, uno de los herbicidas de uso más común y también fuente de encarnizados debates. ¿Está justificada esta decisión?
Una vez más, el nombre del glifosato vuelve a estar en candelero. Esta vez el Ayuntamiento de Madrid ha emitido un comunicado donde explica que:"El Área de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid dejará de utilizar paulatinamente glisofato para el control de las malas hierbas en los parques y zonas verdes de la ciudad. El Ayuntamiento de Madrid ha decidido aplicar el principio de prevención, y dejar de utilizar este herbicida progresivamente (sic)."
La decisión de prevención parece correcta y adecuada, en eso no hay discusión. Además, la reducción será progresiva, lo que permite minimizar los costes. Esto, si el equipo de gobierno lo estudia correctamente, no tendría por qué suponer una diferencia en el presupuesto, aunque el glifosato, actualmente, es uno de los productos fitosanitarios de más fácil acceso a nivel mundial, lo que ayuda a reducir el presupuesto invertido. Entonces, ¿cuál es el problema? La decisión no deja de ser polémica, en primer lugar, por hacerse en un área manifiestamente controvertida. En segundo, porque parece que apoya, manifiestamente, una cuestión científica que, a todas luces, no está del todo clara. Puede que la decisión haya sido acertada. Pero las razones tras ella, o incluso las formas, no lo parecen tanto.
Hablar de glifosato
La manifestación del ayuntamiento concluye con la intención de cambiar el glifosato …