"Gracias por recibirme y por la entrevista" es de lo primero que les digo, notando que el lugar de la reunión es ni nada menos que la oficina/punto de encuentro/casa de la Familia Toledo. "Debe ser cansado estar recibiendo prensa en casa", digo; a lo que se me contesta "no recibimos a todos, investigamos primero a la gente que llega aquí".
Reservados y discretos, casi con paranoia, así fue mi recibimiento con la familia de Oscar Toledo, el inventor mexicano que, junto con su familia, asegura haber creado la primera computadora mexicana, el primer navegador web mexicano, un sistema operativo que inicia en cuatro segundos, y otros 3,000 inventos, algunos alejados de la informática, como ionizadores de aire y detectores de metales.
La historia del patriarca es asombrosa. Oscar Toledo llegó en 1959 a la capital del país, proveniente de un pueblo cerca de Juchitán en Oaxaca, aún teniendo 13 años de edad. Su deseo no era otro más que el de aprender, me cuenta. La declaración con tintes más que románticos es la declaración de principios de toda la organización Toledo, que es cómo se hacen llamar: aprender e innovar tecnología sin importar que no se tengan los recursos.
Con esa filosofía Oscar Toledo y sus dos hijos varones se dedican a algún aspecto de la innovación tecnológica, sin que ninguno haya recibido educación escolarizada. Se asumen como ingenieros y profesionales, pero no por el grado que da una institución académica, sino por los …