Mientras avanza el estudio sobre los efectos a mediano y largo plazo de las infecciones por SARS-CoV-2, los investigadores también entienden más sobre el tipo de defensas que se requieren para evitar desarrollar un cuadro clínico grave de COVID-19.
Ahora, el 'Imperial College London' ha publicado un estudio en el que se reporta un hallazgo que podría ser vital para el desarrollo de una nueva generación de vacunas: los linfocitos T, el componente de las defensas que se han asociado al desarrollo de COVID-19 menos grave en un paciente, pueden obtenerse de resfríos comunes provocados por coronavirus, no solo por la exposición a vacuna o a un primer contagio de COVID-19.
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La importancia de los linfocitos T
Sucede que, como se ha hablado extensamente durante el transcurso de la pandemia, cuando se habla de inmunidad no todo está en los anticuerpos. El panorama es algo más complejo y en él una parte importante del rompecabezas la componen los linfocitos T. Mientras que los anticuerpos de varias vacunas se ha comprobado que reducen a los seis meses, se cree que los linfocitos T permanecen en buena medida, esperando el caso de alguna infección. De ahí que sea importante entender cuándo y cómo actúan.
El estudio en cuestión comenzó en septiembre del 2020 y analizó los niveles de linfocitos T generados por resfriados comunes …