Los desarrolladores de software libre han empezado a cansarse de mantener 'por amor al arte' proyectos de los que se benefician compañías multimillonarias, y encima tener que soportar aluviones de críticas cuando algo falla. Y las críticas pueden llegar por millones porque, por anónimo que sea su trabajo, éste constituye en muchos casos la base de la actual infraestructura tecnológica.
Hace un mes, los administradores de servidores de Internet entraron en pánico tras salir a la luz la vulnerabilidad conocida como Log4Shell, un bug de la —hasta ese momento desconocida para el gran público— aplicación open source Apache Log4J, un componente crítico de miles servicios online que, como se descubrió en ese momento, venían manteniendo entre tres desarrolladores voluntarios en los ratos libres que les dejaban sus 'trabajos de verdad'.
"¿Por supuesto que [el proyecto] tiene problemas, ¿cómo no los iba a tener? Lo están haciendo lo mejor que pueden. ¿Por qué somos tan reticentes a pagar el tiempo de los desarrolladores de dependencias críticas?"
Eso era lo que se preguntaban algunos usuarios mientras los desarrolladores del proyecto se quedaban sin dormir intentando lanzar sucesivos parches del software, evitando así potenciales pérdidas millonarias a algunas de las grandes tecnológicas del mundo.
"Por favor, no sea un idiota con ellos", pedían algunos tuits en mitad de la polémica, "porque hay compañías multimillonarias que están usando su herramienta sin siquiera molestarse en donarles 1.000 dólares". De hecho, antes de que todo Internet se volviera loco, el creador de Log4J apenas contaba …