Publicado por: El Espectador
Publicado en: 29/11/2016 12:55
Sin votos, un sistema carece de legitimidad. El voto es una parte muy importante de la democracia como se entiende hoy, al permitir a la población de un país elegir a sus representantes de manera libre y secreta. Pero además, recoge varios derechos como a la libertad de expresión y a la participación política.El voto electrónico surge como una alternativa viable y cómoda en los procesos electorales, tanto para el registro, como para el conteo. De acuerdo con quienes lo han impulsado, este sistema reduciría las posibilidades de fraude electoral y, así, contribuiría a restaurar la confianza de la población votante. Los gobiernos que lo han implementado afirman que a través de este se garantiza la seguridad de los votantes, garantizando que el voto será secreto y el proceso electoral será transparente y enfocado a cumplir con una elección democrática de los representantes. (Lea más acerca de ciberseguridad y derechos digitales)Sin embargo, estos sistemas no han considerado todas las implicaciones existentes en términos de derechos humanos. Por ejemplo, los derechos a la privacidad, a la seguridad o a la protección de los datos personales pueden verse fácilmente vulnerados, pues además de la cantidad de datos que puede recoger el software utilizado, acerca de los votantes, los sistemas de votación electrónica pueden ser fácilmente intervenidos o hackeados para afectar los resultados de la votación y cometer fraudes electorales.¿Qué pasaría en un sistema político si el voto no fuera secreto? Podríamos imaginar persecuciones políticas a quienes votaron por el candidato perdedor, o …