Por José María López para Think Big. Uno de los males que nos ha tocado padecer en la actualidad es tener acceso a un sinfín de actividades pero con un tiempo limitado, con lo que nos vemos obligados a aplazar o dejar de hacer cosas muy a nuestro pesar.
En el trabajo nos vemos asediados por tareas y proyectos que debemos terminar en el menor tiempo posible. Y en nuestro tiempo libre, podemos hacer mil y una cosas pero no contamos con el tiempo necesario. Los días tienen 24 horas para todos y cada vez cuesta más abarcar todo cuanto tenemos que hacer en ese tiempo.
Por este motivo, en parte, tienen tanto éxito los libros, cursos, talleres y gurús de la productividad. Cuando tienes cien tareas que cumplir, es muy atractivo encontrar un método que te ayude a terminarlas en el menor tiempo posible.
En relación a esta búsqueda de la productividad, el arte de hacer más con menos, surgió a principios del siglo XXI el concepto de life hack o life hacking. Con origen en la informática, el life hacking no es más que un compendio de trucos, soluciones, métodos o atajos para nuestra vida diaria o para nuestro trabajo y que nos ayudarán a lograr mejores resultados con menos recursos y lo antes posible. Tentador, ¿verdad?
En inglés, hack se ha empleado en informática para describir soluciones eficientes (y en ocasiones originales) a problemas relacionados con el ordenador. De ahí el nombre de hacker para quienes logran saltarse medidas de seguridad …