Uno de los problemas que tuvo la Apple de los 90 fue la cantidad de productos simultáneos que comercializaron: esta avalancha de ideas confundió a un mercado que aún no estaba maduro tecnológicamente, como para entender un PDA como el Newton, la primera cámara digital como la Quicktake y un parqué de ordenadores que confundía con una miríada de modelos.
Quizás por eso el mantra de la nueva Apple de Steve Jobs fue la de tomarse muy en serio los descartes. Aquello de "decir mil veces NO para llegar al único SÍ". Prácticamente empezó de cero con el iMac y el iPod y a partir de ahí fue construyendo la gama que conocemos hoy en día.
La semana pasada conocíamos que Apple descartó las primeras versiones del Mac Pro con procesadores Apple Silicon y un posible iMac de 27" con procesadores M1 Max. El motivo: ambos modelos merecían más de lo que ofrecían estas primeras iteraciones. La puesta al público de estas actualizaciones podríamos conocerlas esta última mitad de 2022 con procesadores M2 más potentes.
"I want to believe"
El caso es que con estas pruebas y error, yo sigo creyendo que un iMac de 27" con pantalla XDR y un nuevo procesador sería un buen sustituto de lo que fue en su momento el iMac Pro. ¿Pero hay hueco para él? Esta semana comento junto a Javier Lacort este reposicionamiento de la gama, de sus vacaciones en California - con visita …