"Se la podía oír desde el altavoz de mi móvil a dos oficinas de distancia", recuerda uno de los ingenieros que ayudaron a dar vida al iPod, cuando su mujer explotó tras varias semanas sin verle. No fue un caso aislado. A finales de los 90, mientras Apple cocinaba en secreto el dispositivo que cambiaría su destino (y de paso, el de toda la industria musical), decenas de empleados vivían jornadas maratonianas en China.
Detrás del diseño del iPod se escondía una agria realidad vestida de crisis matrimoniales y agotamiento extremo. Apple estaba jugando a un todo o nada y ese nivel de exigencia acabaría por afectar a los ingenieros que pasaban semanas y semanas en China, lejos de sus familias. Tal era así que los gerentes de la compañía tuvieron que tomar medidas serias de apoyo. Y ahí nació el 'DAP'.
El iPod hizo estragos en las relaciones personales
Tras su polémica salida de Apple once años antes, Steve Jobs regresó a Apple en 1996, primero como asesor y después como CEO, cargo que mantendría hasta su fallecimiento en 2011. En aquella época ya empezó a dibujar el que sería uno de los productos que cambiarían la historia de Apple y de la tecnología: el iPod.
Aunque el famoso reproductor no llegaría hasta el año 2001, su desarrollo empezó mucho antes. También su fabricación, para lo cual Apple estaba ya apostando por China y más en concreto por la ciudad Shenzhen, …