Durante décadas, los dinosaurios han sido representados como criaturas gigantescas que eran muy parecidas a los reptiles modernos, es decir, que dependían del sol para calentarse. Sin embargo, un nuevo estudio desafía esa visión tradicional. De acuerdo con SciTechDaily, científicos de la UCL (University College London) y la Universidad de Vigo identificaron lo que podría ser el origen de la sangre caliente en algunos dinosaurios y sitúan a este fenómeno evolutivo en el Jurásico Temprano, hace unos 180 millones de años.
Este avance sugiere que ciertos dinosaurios comenzaron a generar su propio calor corporal en respuesta a climas más fríos, una capacidad que posteriormente heredaron aves y mamíferos. El hallazgo pone en duda la idea de que todos los dinosaurios eran de sangre fría como los reptiles actuales y aporta una pieza para entender su adaptación y éxito evolutivo, además de preguntarse si realmente eran como lo que hoy conocemos como un reptil.
Los “raptores” que amaban el frío: pruebas fósiles y modelados climáticos respaldan la hipótesis
El equipo de la investigación analizó más de 1,000 fósiles distribuidos por distintas regiones y épocas de la Era Mesozoica y combinaron estos datos con modelos paleoclimáticos y árboles evolutivos. Uno de los hallazgos más reveladores fue que dos grupos clave: los terópodos (como el Velociraptor) y los ornitisquios (como el Triceratops), comenzaron a colonizar regiones más frías durante el Jurásico Temprano.
Este patrón sugiere una transición hacia la endotermia, es decir, la capacidad …